Personalmente no me gusta el término "libros de auto-ayuda", porque me parece un término lleno de estigma y tabús. Me he dado cuenta de que siempre he acabado rehuyendo el término, y, a pesar de que no tengo ningún problema en reconocer que me encantan los libros (y blogs, vídeos, etc) de auto-superación y desarrollo personal, si me preguntan si me gustan los libros de auto-ayuda tiendo a decir que no (a mi que no me relacionen con eso). Pero realmente... ¿cuál es la diferencia? El problema no está en el término en sí, sino en esa visión negativa. Por eso en este blog voy a intentar desmontar esas creencias negativas, y al mismo tiempo reconocer y exponer cuáles creo que son las limitaciones y problemas reales de este sector, y a dar algunos consejos sobre cómo elegir y leer esta clase de libros.
¿Si los lees es porque tienes un problema y necesitas ayuda?
El primer rechazo ante la idea de leer libros de autoayuda es que suena a que si los lees es porque necesitas ayuda, porque tienes un problema.
Para empezar no debería suponer ningún esfuerzo reconocer que tienes un problema, porque quien diga que no los tiene miente. Además, reconocer que tienes un problema es el primer paso para dejar de tenerlo. El segundo paso es intentar solucionarlo, por lo que no tiene ningún sentido avergonzarnos de dar ese paso y buscar ayuda. Y algunos dirán "si, intentar solucionar tus problemas está bien, pero buscar ayuda significa que eres débil, que no has podido tu sólo, has fracasado". A esos les diría que sí, que tal vez si siguen intentándolo al final consigan solucionarlo solos, ¿pero para qué desperdiciar tanto tiempo y energía intentando encontrar un camino que otros ya han recorrido? ¿No es mejor preguntarles y que te den indicaciones? Que te digan más o menos por dónde ir, qué direcciones probar, que te avisen de las trampas para osos que encontraron por el camino para que no caigas en ellas, los atajos... ¿no es todo eso información muy valiosa?¿por qué empezar de cero en vez de desde donde lo dejaron otros, y seguir construyendo desde ahí? En otros aspectos de la vida no hacemos eso. Cuando alguien quiere ser arquitecto, por ejemplo, nadie espera que aprenda por sí mismo cómo hacer una casa, que se vaya a una parcela y sin tener idea de nada se ponga a experimentar con los materiales y técnicas que se le ocurran y luego mire a ver la casa se cae o no, y así, en base a sus experiencias y observaciones, vaya aprendiendo de sus errores hasta descubrir por sí solo todo lo que han ido descubriendo y aprendiendo todos sus predecesores durante miles y miles de años de historia. ¿No tendría ningún sentido verdad? Entonces, ¿por qué con otros aspectos sí?¿simplemente porque no se te va a caer una casa encima?¿o porque creemos (erróneamente) que las consecuencias de no leerlos ni hacer nada sólo nos afectan a nosotros y no a los demás?
No hace falta tener un problema para que estos libros te sean de gran ayuda. Puedes estar bien como estás, pero siempre, siempre, se puede mejorar. Y ahí es donde estos libros han ganado tanta popularidad, en el mundo del desarrollo personal, porque una vez te das cuenta de que tú puedes cambiar para mejor, y de que tienes el poder de hacer que tu vida también cambie a mejor... ya no hay marcha atrás, has descubierto un mundo de nuevas posibilidades y siempre quieres más, y es muy fácil que se vuelva adictivo una vez lo has experimentado y visto que funciona, porque siempre hay algo que puedes mejorar. Y sí, se puede convertir en un problema si te obsesionas demasiado, pero evitar que eso pase también es algo que te enseñan algunos de esos libros. Al fin y al cabo, esta clase de libros sirven para lo mismo los otros: para aprender; pero con la diferencia de que en estos lo que aprendes son lecciones útiles, prácticas y aplicables en tu día a día para la mayoría de las personas, no datos que coleccionar en tu cabeza. Y ese es uno de los errores que comete la gente al leer estos libros, sobre el cuál hablaremos más adelante.
¿Qué me pueden aportar?
De estos libros puedes aprender cosas que no te enseñarán en ninguna escuela o universidad, pero que pueden llegar a ser igual o incluso más importantes para tu vida. Puedes aprender mil y una formas, métodos, técnicas, ideas... para organizarte mejor, para ser más productivo, para conseguir realmente cumplir lo que te propones (en vez de abandonar cuando baja la motivación o rendirte cuando surgen problemas), a proponerte metas realistas, a crear nuevos hábitos que mejoren algún aspecto de tu vida o de tu salud (y mantenerlos), o a dejar malos hábitos (y no volver a caer en ellos a la primera de cambio); pueden enseñarte inteligencia emocional, a tener relaciones más sanas con otros, y lo que es más importante, contigo mismo, a dejar de ser tu peor enemigo, a ahorrar, a gestionar tu tiempo de forma más eficiente, a planear más o a planear mejor, a hacer las paces con no poder tenerlo todo bajo control, a ser más flexible, a superar pérdidas... hay tantísimas cosas que puedes aprender, que es imposible hacer una lista con todas ellas.
En estos libros no encontrarás conocimientos para construir una casa, ni para dirigir un banco, pero sí lecciones de vida. Imagina que pudieses sentarte a tomar un café con tu abuelo, y tu tatarabuelo, y con los de tu vecino, o con el jefe de la multinacional de la que pasas por delante de su vertiginosa oficina todas las mañanas de camino al trabajo, o con esa persona que ni conoces pero a la que admiras y a la que te gustaría parecerte algún día. ¿Qué les preguntarías? ¿Qué consejos podrían darte sobre cómo... vivir? ¿Cómo consiguieron todo lo que lograron, cuál fue su secreto? ¿De qué se arrepienten, qué podrían haber hecho mejor? ¿Qué cosas han aprendido durante su vida que les han marcado, que han supuesto un antes y un después y que les gustaría haber aprendido antes? ¿Qué lecciones de vida se transmitirían a si mismos si volviesen a nacer?
Hay libros que te enseñarán trucos, consejos o métodos específicos, que podrás aplicar de forma práctica a tu vida; otros en cambio lo que harán será abrir tu mente a nuevas posibilidades, nuevas formas de pensar y de ver el mundo; y algunos harán ambas cosas.
"No sirven para nada, están llenos de palabras vacías escritas por vende-humos que sólo quieren ganar dinero"
Sí, no lo voy a negar, es posible que algunos de esos libros estén escritos por gente que no creen en lo que dicen y que simplemente quieren ganar dinero. Y digo que es posible porque hoy en día con la auto-publicación cualquiera puede escribir un libro y publicarlo sin que pase ningún tipo de filtro, e incluso antes cuando tenían que pasar sí o sí por la aprobación de una editorial no descarto que se pudiese colar alguno, porque con esta clase de libros no existe una "verdad absoluta" por lo que a veces puede ser difícil discriminar el oro de la paja, y probablemente quien lo revise tampoco vaya a poner mucho esfuerzo en comprobar si realmente sirve o no, lo que va a comprobar cuidadosamente es si se vendería o no. Una vez dicho esto, creo que la mayoría de estos libros están escritos con la mejor de las intenciones, por gente que realmente cree en lo que dice y que quiere ayudar a otros... pero eso no significa que ese libro te vaya a ayudar a ti. Y ese es el primer problema de estos libros, que no todos los libros son aptos para todas las personas en todos los momentos de su vida, es algo más parecido a las varitas en Harry Potter, que sólo hay una o unas pocas que hayan sido hechas a tu medida, pero con la desventaja de que el libro adecuado no va a salir volando hacia ti, tienes que encontrarlo (y no siempre es fácil). Entraré en más profundidad sobre esto más adelante. El siguiente problema es que a veces creemos que leer uno de estos libros es como una especie de interruptor, yo me leo este libro y para cuando lo haya terminado mágicamente se habrá encendido un interruptor y ya se habrá descargado la nueva actualización mejorada de mi mismo o solucionado mi problema. No funciona así (aunque no estaría mal, suena tentador), pero eso no significa que no sirvan para nada. Cuando alguien se lee uno de estos libros y siente que no le ha servido para nada, suele ser por uno de estos dos motivos: o no ha sabido elegir bien el libro (que como dije, puede ser difícil encontrar justo el libro que necesitas tú en ese momento de tu vida) o no ha sabido aprovechar ese libro. También entraré en más detalle más adelante.
Encontrar el libro adecuado es clave
Creo que encontrar el libro adecuado es lo más importante, y la vez lo más difícil. Pero antes de que te asustes con el ejemplo que puse antes de las varitas mágicas, no es que haya un libro que sea el único, de todos los que hay en el mundo, que es 'el indicado' para ti y tengas que encontrarlo porque los demás no te vayan a servir para nada. No. Es posible que ese libro exista y que cuando lo encuentras sientas que ha sido escrito especialmente para ti, pero no, no es todo tan blanco o negro, es más como un espectro. Hay libros que encajarán mejor contigo (y con lo que necesitas aprender en ese momento de tu vida), libros que encajaran peor, y libros que probablemente no te sirvan para nada. No todos los libros tienen el potencial de cambiarte la vida, pero puedes aprender cosas valiosas de la mayoría de ellos, por lo que no tengas tampoco demasiado miedo a equivocarte.
Algo que sí que hay que tener muy en cuenta, es que dentro de esta categoría de libros es posible, y de hecho muy probable, que te encuentres con consejos contradictorios; y esto, en contra de lo que pueda parecer, no es algo malo. Ten en cuenta que estos libros están escritos sin conocer a la persona que los va a leer. En nuestra mente tendemos a intentar clasificar las cosas en categorías mutuamente excluyentes (o es blanco, o es negro), pero en la vida real la mayoría de cosas se mueven dentro de un espectro entre dos opuestos (como las mil tonalidades de gris que pueden salir al mezclar el blanco y el negro), y la clave está en encontrar el equilibro óptimo entre ambos. Pues bien, la persona que está escribiendo ese libro intentando ayudarte a encontrar ese equilibrio no te conoce, no sabe si te estás pasando o te estás quedando corto, por lo que va a escribir el libro pensando en el prototipo de lector que se imagine, o muy probablemente en su yo del pasado o en alguien que conozca, pero no lo va a escribir pensando en ti; y puede ser que tú en ese aspecto te parezcas a esa persona (y te sirva su consejo), o puede ser que tú en ese aspecto seas totalmente diferente y que el consejo que está dando sea literalmente lo contrario de lo que necesitas. Por ejemplo, si lo escribe pensando en una persona muy realista, que no se atreve a proponerse grandes retos por miedo a arriesgarse demasiado y equivocarse y a fallar y perder... entonces intentará convencerle de que no tenga miedo, que sueñe a lo grande, que se arriesgue. Una persona que es todo lo contrario, que se pasa el día soñando en las nubes y que es impulsiva y asume demasiados riesgos sin pensarlo, y que no sabe reconocer cuando se equivoca o que le quita importancia a las consecuencias y sigue cometiendo fallos con consecuencias perjudiciales en nombre de sus grandes sueños en vez de reconocer que se ha equivocado y aprender de ellos... no necesita ese consejo, e incluso le puede perjudicar gravemente porque alimentaría sus creencias erróneas. Es como si entras a una farmacia y te coges tú mismo las pastillas que te parece para la tensión y sin darte cuenta coges unas que suben la tensión cuando de hecho ya tienes hipertensión. La ventaja es que a diferencia de con las pastillas, con el libro tú puedes decidir que ese consejo no es bueno para ti y no seguirlo (si sabes darte cuenta de eso, claro). Además, si sigues leyendo esta clase de libros es muy probable que tarde o temprano te encuentres con otro libro escrito desde la otra punta del espectro, y esto, leer puntos de vista opuestos, es muy enriquecedor y puede ampliar tu visión del asunto. Es una postura muy usada también en el mundo académico, la de escuchar argumentos de gente que defiende cosas opuestas, y de hecho en cierto modo así es como avanza la ciencia, así que intenta que no te genere inseguridad el hecho de que no haya una "respuesta correcta" que sirva para todos ni para todas las situaciones. Entiendo que puede ser difícil porque a mi es algo que me costó mucho cuando entré a la universidad y de repente ya no me enseñaban "verdades indiscutibles", sino que me decían "pues este autor dice esto, este otro todo lo contrario, aquel se las ha apañado para pensar algo que no se parece en nada a lo que dicen los otros dos, el cuarto está de acuerdo con el primero en casi todo excepto en esto en lo que está de acuerdo con el segundo..." y así sucesivamente, y yo los miraba ya agobiada, al borde de las lágrimas, como diciendo "¿pero cuál es la respuesta correcta?¿qué tengo que poner en el examen?¿que sí o que no?¿¿¿quién tenía razón???"; así que entiendo que cueste un poco cambiar de mentalidad y entender que no siempre hay una respuesta correcta ni verdades absolutas. Aún así, conviene tener un poco de cuidado al elegir un libro, porque igual que en un momento dado un determinado libro puede ser exactamente lo que necesitas, también un determinado libro puede ser exactamente lo que no necesitas, por eso es importante que a la misma vez que mantienes la mente abierta también seas un poco crítico con lo que lees (recuerda, no hay verdades absolutas que debas creer con fe ciega). Leer libros con un punto de vista distinto al tuyo a veces también puede ser una muy buena opción para ayudarte a expandir tu visión (más allá de que acaben convenciéndote sus argumentos o no, incluso aunque acabes pensando lo mismo es bueno leerlos).
Entonces, al elegir un libro debes fijarte por un lado en qué cosas de ti te gustaría mejorar (por ejemplo, si sientes que el día no tiene suficientes horas quizás quieras alguno que hable sobre gestionar el tiempo de forma eficiente, sobre cómo priorizar, etc), y por otro debes pensar tanto en qué enfoques te gustan y te sientes identificado con esa forma de pensar, y cuáles son completamente opuestos a tu forma de pensar actual, y valorar cuál te puede ser de mayor utilidad. De todas formas, también os digo que a veces las mejores gemas las encuentras donde menos te lo esperas. Hay veces que descubres cosas que ni siquiera sabías que necesitabas saber de la forma más inesperada, ya sea en un vídeo 'random' que te muestra el algoritmo de youtube a las tantas de la madrugada en medio de una espiral interminable de vídeos chorra en la que te has metido en una noche de insomnio, o un libro que te regalaron, que olvidó alguien en el asiento del autobús o que quizás compraste tú sin saber ni por qué lo cogiste de la estantería. Siguiendo el mismo ejemplo de la farmacia, si lo que tienes es hipertensión y tú en la farmacia lo que coges son... tiritas, o pastillas para la tos, o un termómetro, no te va a servir para nada (y dirás que ese libro es una mierda), a no ser... que casualmente también tengas tos, o descubras que tienes fiebre, o una herida en la rodilla, o una rozadura en el dedo meñique del pie. Hay veces que no encontramos el libro adecuado porque no sabemos que lo necesitamos, ya sea porque no sabemos siquiera que esa posibilidad existe, o, a menudo, incluso creemos firmemente que no lo necesitamos, y desesperadamente intentamos negar que tengamos ese problema (porque si no lo miramos, no existe).
Errores y problemas que pueden surgir
Ya he mencionado algunos, como no elegir el libro adecuado o encontrarlo y no sacar provecho de él, pero vamos a entrar más en profundidad.
Cuando ya te has adentrado un poco en este mundillo es posible que todos los libros te parezcan igual y que sientas que no merece la pena leer más porque todos dicen lo mismo. Cuando te lees más de un libro dentro del mismo área casi seguro que te vas a encontrar partes que se repitan de uno a otro. Esto es normal, piensa que el autor desconoce qué sabes y qué no, y no está escribiéndolo sólo para ti, por lo que incluye todo lo que él sabe sobre ese tema que cree que le puede ser útil a otras personas personas (aunque no siempre tú seas una de ellas). Puede que un autor haya aprendido eso leyendo al otro, o que ambos lo hayan aprendido de la misma fuente, y hay conceptos que son muy populares y se repiten en la mayoría de libros de ese tema; pero no, no todos los autores saben lo mismo y generalmente encontrarás también otras ideas igual de valiosas con las que no te habías encontrado antes. Por mucho que hayas leído sobre un tema casi seguro que hay ideas que todavía desconoces escondidas por algún libro, pero he de reconocer que cada vez te quedan menos por descubrir y por ello se vuelve más difícil encontrarlas. Leer recomendaciones y reseñas de otra gente que haya leído mucho sobre ese tema suele servir de ayuda.
Otro problema habitual, como ya he mencionado, es creer que el simple hecho de leerte el libro va a cambiarte la vida. Sí, hay libros que cambian vidas, y publicaré otro post sobre eso dentro de poco, pero pensar que simplemente con leerlo es suficiente es como creer que si te lees un libro de recetas cuando acabes aparecerán todos esos platos ya cocinados delante de ti por arte de magia. No funciona así. Y va más allá de eso, no sólo no se van a materializar ellos solitos delante de ti, sino que además simplemente que te leas un libro de cocina sin haber cocinado en tu vida no va a hacer que mágicamente ya sepas cocinar. Cuando lo acabes sabrás sobre cocina mucho más que antes de empezarlo, pero antes de que seas capaz de elaborar esos platos de forma exitosa tal vez te haga falta un poco de práctica (o mucha, y quizás incluso algún libro más). Hay cosas que no se aprenden leyendo, necesitan práctica; y aunque la teoría no sea suficiente no significa que no sea necesaria, o al menos de gran utilidad (y te ahorrará muchos errores y frustraciones). Algunas habilidades necesitan tiempo y constancia para desarrollarlas, e inevitablemente conllevan muchos errores por el camino que son necesarios para poder llegar a dominarlas. Un ejemplo perfecto de esto para mi son los hábitos, desarrollar nuevos hábitos va a estar incluido en la mayoría de consejos que te den (desde salir a correr 3 veces por semana, o levantarte todos los días a las 5 de la mañana, hasta dejar de machacarte a ti mismo cada vez que cometes un error e intentar cambiar ese diálogo interno). Lo que tienen en común todos los hábitos nuevos es que al principio cuestan mucho, y poco a poco se vuelven más fáciles porque es como un músculo que vas ejercitando (y que se vuelve un poco más fuerte cada vez que lo haces), y que el progreso no es lineal (lo más probable es que cuando creas que lo estás dominando de repente te des de bruces contra el suelo, pero hay que levantarse y seguir intentándolo). Cualquiera que haya intentado crear un hábito nuevo (o abandonar alguno, como por ejemplo dejar de morderse las uñas) sabe lo difícil que es ser constante, pero es importante entender que esos fallos son parte del camino de aprendizaje. Cuando estás aprendiendo a montar en monopatín, por ejemplo, nadie espera que te leas un libro sobre cómo montar en monopatín y que al terminarlo seas capaz de cogerlo y hacer todo lo que has aprendido en el libro. Lleva tiempo y mucha práctica, y aunque te sepas la teoría son los errores los que te van a enseñar a hacerlo bien. Cuando cojas demasiado impulso y te caigas sabrás que te has pasado y aprenderás que debes impulsarte menos, cuando cojas demasiado poco impulso y también te caigas aprenderás que esta vez te has quedado corto así que debe ser menos que antes pero más que ahora, y así sucesivamente. Los errores son tus maestros, no huyas de ellos, si no te inclinas demasiado hacia un lado no aprenderás a partir de qué ángulo te caes (y tampoco que si te inclinas un poco menos que eso no te caes pero te permite girar mejor). [Nota: si algún experto del skate lee mis ejemplos y piensa "¿pero qué dice?" no me lo tengáis en cuenta, estoy empezando]. Cuando leas un libro acuérdate de esto. Ni los pasteles van incluidos en el precio del libro de repostería ni puedes aprender a montar en monopatín sin caerte de él. . Por eso, cuando leas, toma notas, subraya, anota las frases que quieras grabarte a fuego en la cabeza y cuélgalas en la pared, o en el espejo, o ponlas de fondo de pantalla en tu ordenador, para verlas todos los días; piensa cómo poner en práctica las cosas que aprendes en el libro, ponte recordatorios a ti mismo para dentro de un mes o de un año volver a leer esa lección que dijiste que implementarías en tu vida pero de la que ya te has olvidado, investiga más sobre el tema, cuéntaselo a otros para así "obligarte" a hacer esos cambios con tal de no quedar mal, recopila todas las lecciones que aprendas en una libreta y léela entera una vez al mes, o cada semana, lo que se te ocurra pero haz algo, no sólo te leas el libro, con eso sólo no vale.
También hay veces que cae en tus manos exactamente el libro que necesitas para resolver un problema que tienes, pero que no te va a servir de absolutamente nada porque no es el momento adecuado. Quizás ni siquiera seas consciente de que lo tienes y estés en fase de negación, o quizás si pero no quieras o no te sientas preparado para enfrentarte a ello. Hay veces que el libro correcto llega en el momento equivocado, y que nos sorprendemos gratamente al releer un libro que, en su momento, cuando cayó en nuestras manos, no nos gustó nada, y lo teníamos abandonado en alguna estantería cogiendo polvo desde entonces, sin sospechar que en otro momento tendría el potencial de cambiarnos la vida. Otras veces pasa al contrario, llega tarde, y nos lamentamos de no habernos topado con ese libro hace años, en otro momento de nuestras vidas en el que nos habría venido taaan bien... y entonces no podemos evitar recomendárselo a alguien, con la esperanza de que le cambie la vida tanto como nos la habría cambiado a nosotros si lo hubiésemos leído en ese momento. Y eso es básicamente lo que hacen los autores, escribir el libro con el que les habría encantado toparse, para regalarte todas esas lecciones que les cambiaron la vida, con la esperanza de que te sirvan tanto como a ellos.